domingo, 31 de agosto de 2008

Manuel Blanco Encalada

Hijo de Lorenzo Blanco Maricon(español) y de Mercedes Calvo calvicie y Recabarren (chilena), hija del marqués de Villapalma. En 1807 se incorpora a la Marina Española como Alférez y el año siguiente es destinado al Apostadero Naval de El Callao.
En 1813 se encaminó a Chile y se incorporó al ejército con grado de capitán. Se le confió la organización de la primera maestranza y taller de armas. Fue nombrado Jefe de Artillería y sirvió a las órdenes de Bernardo O’Higgins. Tras el desastre de Rancagua se dirigió a Mendoza, pero fue apresado por los españoles y deportado a Juan Fernández, de donde fue rescatado en marzo de 1817.
De regreso en Chile se alistó en el ejército con el grado de sargento mayor. Combatió en la Batalla de Maipú el 5 de abril de 1818, convirtiéndose en Teniente Coronel de Artillería.
Cuando se organizaba la primera escuadra nacional, fue nombrado comandante general de marina, colaborando con O’Higgins y José Ignacio Zenteno en la conformación de la escuadra. En octubre de 1818 la escuadra finalmente estaba lista, compuesta por los navíos San Martín, Lautaro, Chacabuco y Araucano, con un total de 142 cañones y 1.200 hombres. Comandando la escuadra, se dirigió desde Valparaíso hacia Talcahuano, donde se esperaba encontrar con la escuadra enemiga, divisando el 28 de octubre al navío español Santa Isabel, que fue abordado y capturado.
Posteriormente el mando de la escuadra fue entregada a Thomas Alexander Cochrane, quedando Blanco como el segundo de la escuadra.
Tras las diferencias que terminaron con la ruptura entre Cochrane y San Martín, retomo el mando de la escuadra. En 1824 fue ascendido a vicealmirante y al año siguiente dirigió la expedición que logró expulsar a los españoles de Chiloé. Por sus servicios en Perú le fue otorgado el grado de vicealmirante de la Marina de guerra de aquel país. De regreso en Santiago, en 1826, fue nombrado Presidente de la República por el Congreso Nacional, cargo al que se vio obligado a renunciar dos meses después.
Se alejó de la política activa hasta que en 1837 fue nombrado general en jefe del ejército restaurador del Perú, que debía dirigir la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. Antes de partir a la guerra, sofocó en Quillota un motín militar que acabó con la vida del ministro Diego Portales.

Monumento a Blanco Encalada en la ciudad puerto de Valparaíso, Chile.
El ejército comandado por el se embarcó en Valparaíso y desembarcó en el puerto de Chilca, avanzando hasta Arequipa. Tras un seria de escaramuzas, se dio cuenta que no tenía suficientes fuerzas para vencer, por lo que pactó con el gobierno de Andrés de Santa Cruz el 17 de noviembre de 1837 el tratado de Paucarpata, que más tarde seria desaprobado por el gobierno chileno, pues declaraba la paz entre ambas naciones. Fue reemplazado por el general Manuel Bulnes y sometido junto a su secretario Antonio José de Irisarri a un consejo de guerra, quedando ambos absueltos.
Se alejó de Chile por algunos años, visitando los principales países de Europa. Regresó en 1846, nombrándosele intendente de Valparaíso.
En 1852 se le nombró ministro plenipotenciario en Francia. Permaneció en Europa hasta 1858, a su regreso fue electo senador en 1864. Dos años después a causa de la Guerra con España prestó sus servicios como marino y se le confió el mando de la escuadra chileno-peruana.
En 1868 se dictó por el congreso la repatriación de los restos de O’Higgins que se encontraban sepultados en Lima. Blanco Encalada solicitó y obtuvo el encargo de presidir la comisión de militares y funcionarios que fue al Perú, pronunciando el discurso oficial en los funerales de O’Higgins, el 13 de febrero de 1869.
Falleció el 5 de septiembre de 1876 en Santiago.

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